Yo tengo un rincón en tu memoria en donde vuelvo a mirarte y a besarte
siempre tan bruta.. apretando mi boca contra la tuya como si estuvieras muriéndote. Vos tenes un lugar en la mía, ni contemplando el cielo zafo de
recordarte y no es que quiera tampoco. Aceptar el recuerdo y sonreír sin queja,
sin complejidad, ni negación.. es una manera de sanar heridas que quizá nos
provocamos nosotros mismos.
Perdóname che si te mande a cagar aquella vez, el enojo era conmigo por
querer estirar tu cariño hacia la nada misma. Lo que se estira se deteriora y
me cubrí sentenciandote a perpetua, responsable de un corazón roto que no era
mas que mio y que quien lo había roto no era mas que yo. Quien arriesgó mi
entereza fui yo y ahora que lo pienso no me arrepiento, me rompí en mil por vos
y mi meta fue rehacerme mas fuerte aun, aunque no menos propensa a volver a
amar y a romperme y sanar. Así de sucesivos somos. Te ame y te llore tanto que
me enorgullece el no sentir una gota de miedo a enamorarme otra vez.
Valiente así me crié, para amar como primer oficio y para arriesgarme
como segundo. Para arriesgar la tan valiosa calma.. siempre con amor.
Comentarios
Publicar un comentario